Todos los Estados desarrollan discursos nacionales; más
precisamente, quienes controlan el Estado necesitan propiciar la creación de
alguna forma de identidad común. Así se fueron construyendo las imágenes sobre
lo peruano, sobre cómo llegamos a ser lo que somos. Existe una suerte de
discurso “oficial” según el cual la esencia de lo peruano sería una nación
criollo-mestiza, cuyas élites habrían, a pesar de las dificultades y de los
errores, conducido al país evitando su desbarrancamiento. Esta visión, como
todo lo “oficial”, está muy desprestigiada. Existe un sentido común
alternativo, acaso mayoritario, que considera que la verdadera raíz de la
peruanidad es andino-mestiza, y que hemos padecido de élites irresponsables y
corruptas, que son las culpables de nuestro atraso. Me parece que se requiere
repensar la validez de ambos discursos; creo que estos temas están en la base
de algunas de las discusiones registradas en los medios de comunicación en los
últimos días.
En la controversia sobre la pertinencia de reconocimientos
oficiales a la boxeadora Kina Malpartida, estamos ante una concepción
burocrática de la peruanidad, definida por las fronteras territoriales. No toma
en cuenta la realidad de la globalización, el que la falta de oportunidades ha
hecho que haya más de dos millones y medio de peruanos viviendo en el
extranjero, cuyas remesas y otros vínculos con familiares, paisanos y amigos
son fundamentales para ellos y para el país. De otro lado, en los debates a
propósito del Oso de Oro para la película “La teta asustada” se utilizan no
solo criterios territorialistas (el mérito no sería tan “peruano” porque fue
gestado “afuera”), sino también visiones reduccionistas de lo andino y peruano;
así, la directora sería una suerte de “impostora”, no expresaría
“verdaderamente” nuestra cultura. Se comete una falacia de división: si bien es
cierto que lo andino es la matriz central de la cultura peruana, es falso que
un individuo de origen no andino no sea tan peruano como cualquier otro, o que
no pueda presentar su visión de lo andino. Además, qué es lo andino es materia
de una definición colectiva, no está preestablecido en ninguna parte.
Finalmente, en los debates sobre la construcción
de un “Museo de la memoria”, estamos en el fondo ante una controversia sobre el
papel que jugaron las élites políticas durante esos años: las élites temen que
el museo consagre un discurso crítico sobre su actuación, cuando quieren un
discurso exculpatorio. Muy poca autocrítica. Ojalá que el gobierno vea su error
y acepte la donación que permita la existencia del Museo. La Defensoría del
Pueblo, entidad que administrará la donación, tendrá la gran responsabilidad
de, partiendo del informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación
–pero yendo más allá–, avanzar en la construcción de una narrativa veraz sobre
lo ocurrido y, al mismo tiempo, más incluyente, con mayor convocatoria, que la
lograda por la CVR. Existen bases para ello, porque la población aspira a la
verdad y a la justicia.
PREGUNTAS (a resolver en el cuaderno):
1) ¿Qué diferencia hay entre la peruanidad criollo-mestiza y la andino-mestiza tal y como la plantea Tanaka?
2) ¿Cuál es el problema de la peruanidad de Kina Malpartida y de la directora de la "Teta asustada"? ¿Cuál es la posición de tanaka al respecto?
3) ¿Por qué hay que tomar en cuenta la globalización en el concepto de peruanidad?